lunes, 2 de enero de 2012

Bienvenida al nuevo año


No hay mejor manera de empezar el año que en compañía de la familia Strauss, padre e hijos, paseando por los jardines y palacios de Viena, sumergiéndonos en el Danubio azul.La majestuosidad de la Großer Saal del Musikverein vienés abrió sus puertas para acoger, un año más, el tradicional Concierto de Año Nuevo a cargo de la Orquesta Filarmónica de Viena que se lleva celebrando en la capital austríaca desde 1939.
Y éste año tampoco me lo perdí.
Ah, especial mención (a mí me encantó) para el especial que se emitió en televisión durante la pausa: "Music in the air", en el que varios miembros de la Orquesta Filarmónica interpretaron tanto temas clásicos como modernos, contándonos una pequeña historia de amor con lugar, dónde si no, en la capital austríaca. El Cascanueces, Spain de Chick Corea, el Vals Nº 2 de Dimitri Shostakóvic, o Clair de Lune de Debussy entre otras.
Pero éste año, había más... un fantástico regalo (dos entradas) para asistir al:

Gran concierto de Año Nuevo del Strauss Festival Orchestra

El Vals del Emperador, Cuentos de los Bosques de Viena, Voces de Primavera, Champagne y otros títulos del reputado músico austríaco regresaban al Palau de la Música, inspirados en la tradicional cita musical que anualmente se celebra en Viena.
Desde la butaca se hacia casi imposible escuchar la música y retener el pie, pues que se contagiaba inmediatamente del ritmo que emanaba el escenario.
Alegria y fuerza es lo que transmitió su admirado director Mihail Agafita, [conductor of the Symphony Orchestra of Moldova] y honrado en su país con el título de "Master in Arts".
Personalmente me quedo con los valses clásicos, la alegre polka Tritsch-Tratsch y el infernal Can-Can de Offenbach. También fueron muy divertidas; "Feuerfest" con sus martillos, "Champaña" en la que aprovecharon para desear Bon Any Nou, Barcelona, "Sin preocupaciones", "El tren de las delicias" y el cierre con Voces de Primavera. Genial.








En el Palau también hubo "Bises", la soprano nos hizo cantar "Fum, fum, fum" (aquí y con un catalán muy bueno, se ganó al público) y finalmente se cerró la función con la famosa y vibrante "Marcha Radetzky", (compuesta por Johan Stauss padre en homenaje al Mariscal de Campo del Emperador Francisco José de Austria, esposo de la no menos famosísima Elisabeth de Baviera, Sissi para los amigos). Ni que decir tiene que aplaudimos en distintos momentos de la marcha al compás de la obra mientras nos dirigía el director de la orquesta. Un clásico!
El “Gran Concierto de Año Nuevo” es toda una experiencia, una combinación de calidad, armonía y emoción que fascina y conmueve. Y La música de Strauss es la banda sonora oficial del año que despunta...
Moltes gràcies, Gemma.