jueves, 8 de septiembre de 2011

El discurso y su actualidad

Este pasado mes de Agosto, concretamente el día 12, se cumplió el centenario del nacimiento de un gran mito: Cantinflas. [Ver entrada en Wikipedia]

Me acordé de aquella famosa frase:
"Si el trabajo fuera bueno, ya lo hubieran acaparado los ricos".

Estoy seguro que hoy pertenecería al movimiento del 15 M.
Sin entrar en otras motivaciones, lo creo porque participaría de la protesta social. Sus burlas -que le hicieron tan popular- conllevan también una crítica de la injusticia social.


He recuperado una actuación sublime. Se trata de un discurso extraído de la película Su Excelencia (1966). Cantinflas domina el arte de hablar sin decir nada, pero sin embargo, se hace comprender por todos.

Lopitos, la figura que representa, un burócrata de la república de los Cocos, es nombrado embajador y debe pronunciar el último discurso en una asamblea mundial. Se le presenta un problema al tener que tratar el conflicto entre los dos grandes bloques del poder: los Verdes (el sistema capitalista) y los Colorados (el sistema comunista).

Confiesa que su pequeño país no tiene poderío militar, ni económico, ni mucho menos atómico. Pero será decisivo en el triunfo de una de las dos potencias. “Estamos viviendo un momento histórico –dice– en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero
moralmente es un pigmeo”.



Así concluye su discurso de hace 45 años, que es válido para el momento actual: “…si tan solo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras que hace 2.000 años dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: ‘amaos, amaos los unos a los otros’, pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos y qué es lo que han hecho, qué es lo que hacen: ‘armaos los unos contra los otros’. He dicho”.

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